encuentro de la pluma y el ave
Érase una vez la poesía, un canto lejano de un corazón algo debilitado.
Esta poesía tenía, como todas las muchachas jóvenes de su edad, el deseo apasionado
Enamorarse, en una tarde de primavera, de un bello efebo.
Poesía soñada con un hombre cuyos versos llegarían tan alto como una montaña
Un hombre que por ella no dudaría en tomar las armas
Derrotaría muchas páginas en blanco: ¡la página en blanco! Terrible miedo por todas las palabras.
Palabras que te hacen reír, palabras que te hacen llorar
Las palabras que hacen vibrar tu corazón con dulce pasión o triste ira
Según los días
Oh, las palabras, cuando están escritas en un trozo de papel
Son amigos y extraños
extraños y vecinos
A quien a veces sería mejor no decirle lo que esperas para mañana
21 de febrero de 2016
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