poemas

primavera

Su corazón es un montón de nieve fría, donde la lluvia cubre el suelo con poderosos pilares de duda; donde la mano se enamoró de un gran campo de miedos.

El miedo es una posibilidad, me susurré a mí mismo.

¿Por qué algunas posibilidades no son accesibles? ¿O no debería serlo?

Es como correr por ese campo tratando de escapar de la tormenta. Somos el único ser recto donde todas las hierbas doblan la columna vertebral, y recibimos un rayo. Pasa a través de nuestro cuerpo, nutre el suelo que nos dio vida y se extiende incansablemente sobre varios diámetros de tierra. Oh tierra, que recibe las pequeñas cenizas de nuestros corazones. Que soñaba sin avanzar.

Una extraña tristeza abraza las almas de los amantes que solo se han amado tres veces. Al ofrecerse, abrieron pasadizos secretos; han olvidado los caminos habituales que pasan por los pueblos. En algún momento, una mano sostendrá a la otra, para decir “No olvides”; pero el otro ya ha cogido una pala y se ha apresurado a llenar el túnel. Tierra negra, casi compacta.

No, dice una vez que esos momentos no se habían ido.

En las nubes

Que no olvidaría.

diciembre 21, 2015

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