fin de año
Me gusta tomar el tren.
Hacía mucho tiempo que no veía un atardecer a través de la ventana.
La sensación de ser llevado en un viaje perpetuo.
La sensación de ser un poco más libre en mis movimientos, sin restricciones, la próxima semana.
Poder elegir día a día lo que hago, lo que digo, a dónde voy, dónde me quedo y con quién.
Estos últimos días pensé mucho en todo lo que iba a dejar aquí en Francia.
Todas estas cosas que seguramente iba a ver por última vez, aunque ya forman parte de mi rutina desde hace unos meses, y una rutina feliz que agradezco. Una rutina que no hace que un día parezca otro, porque cada día tiene su propio avance en el trabajo.
28 de julio de 2017